Escribir sobre un tópico o un lugar común que no deja de escribirse podría considerarse una enfermedad. Sin embargo, algo tan nombrado como el amor a menudo se manifiesta como una dolencia… una dolencia con la cual la humanidad no podría prescindir. Es el huevo o la gallina de muchas discusiones. Pero, ¿qué hacer en caso de amor? La pregunta, formulada por una paciente que desconcierta a su psicoanalista, abre el camino a una exploración fascinante sobre la condición amorosa.
Anne Dufourmantelle (1964-2017), filósofa y psicoanalista francesa, abordó el amor como una experiencia límite en su obra En caso de amor: Psicopatología de la vida amorosa. Publicado originalmente en francés como En cas d’amour y posteriormente en castellano -primero en Argentina con la editorial Nocturna y, este 2025 en España, bajo el sello Lumen-, nos propone un análisis clínico que se adentra en la dimensión existencial del deseo y las contradicciones afectivas. A través de varios relatos y con una prosa que entrelaza el psicoanálisis, la filosofía y la propia literatura, la autora propone una visión donde el amor es tanto transformador como destructivo, una intersección de emociones puras y sombras profundas.
Es un libro que no ofrece respuestas cerradas, tan propias de los tiempos que vivimos o de los estándares sociales, abriendo fisuras en las certezas del lector. Su escritura puede ser leída de forma inspiradora, atrapada en la belleza del lenguaje o por una profundidad que exige su método: las lecciones de la terapia psicológica, sesiones que revelan la verdad a través de fragmentos, de los llamados insights, aquellos destellos que iluminan y desestabilizan a la vez.
Lo que hace de En caso de amor: Psicopatología de la vida amorosa un libro de interés es la forma de abordar el amor como una condición inherentemente patológica. Dufourmantelle nos confronta con una idea inquietante: el amor no es una experiencia plácida ni meramente romántica, sino una fuerza que arrastra consigo el dolor, la repetición del trauma y la incertidumbre del deseo. La autora explora en sus relatos la dilación del deseo, aquello que nunca pudo pasar o aquello que no deja de repetirse en cada nuevo encuentro. La autora expone cómo las historias de amor están marcadas por lo no resuelto, algo que también podemos constatar en la obra de autores tan variopintos como Carson, Freud, Kierkegaard o Ernaux.
Varios relatos beben del primero donde la paciente llega a consulta diciendo: «Yo querría que usted me quitara de encima el amor», a partir de ahí Dufourmantelle va narrado episodios de terapia desde la mirada de un narrador omnisciente. Uno de los episodios titulado El encuentro rememora cómo un hombre y dos mujeres pueden enamorarse. «Un encuentro es un no saber» dice la autora, sin embargo, por el bien del amor los tres llegan a separarse para que ninguno sufra. La preguntas que llegan en este caso pueden generalizarse a cualquier encuentro: ¿cómo se separa el amor de la amistad?
Uno de los relatos más perturbadores del libro se encuentra el capítulo titulado El amor el niño, en el que el rescate de un niño en un río desata una serie de acontecimientos tan devastadores como ridiculos si pensamos en las complejidades del ser. El hombre que salva al niño es señalado por su entorno con una acusación que lo destierra de sí mismo, lo lleva a la errancia. No hizo nada, pero el deseo ha irrumpido de una manera que ni él mismo comprende. En este relato, Dufourmantelle nos coloca en una situación de incomodidad extrema: el deseo no es limpio ni transparente; su origen es oscuro, su potencia reside en lo que no se ha consumado. Nos empuja a la pregunta más difícil: ¿qué ocurre cuando el deseo nos condena, cuando el deseo incomoda?
El amor es un acontecimiento imprevisible que nos transforma o nos destruye
La forma en la que Dufourmantelle articula su concepción del amor va más allá de lo sentimental: es un acontecimiento imprevisible que nos transforma o nos destruye. Es un enfrentamiento con lo otro, con aquello que no controlamos, con la posibilidad del vacío y la muerte. En este sentido, el psicoanálisis no puede ser moralista ni tranquilizador, sino un espacio de hospitalidad, donde el terapeuta debe abrirse a lo que no comprende, a lo que lo atraviesa y lo desarma. A su vez, el paciente debe entregarse a la pulsión de dolor en la fantasía o en la certeza del resultado.
La potencia de este En caso de amor: Psicopatología de la vida amorosa radica en que no solo se disecciona el amor desde el aspecto clínico, sino que lo encarna con la manifestación de la palabra. No es un tratado, no busca domesticar el deseo ni ofrecer soluciones. Como bien señala la autora, en caso de amor no hay garantías, no hay fórmulas, solo la escritura como intento de atrapar aquello que nunca deja de escaparse. En una columna en El País, la escritora y cronista agentina, Leila Guerriero afirmaba que, este libro «llevó su hallazgo a miles que encuentran en estos libros no un consuelo sino vida poderosa», quizás es por ello que para mi esta obra en específico, en la que Dufourmantelle no solo nos invita a pensar el amor, sino a entregarse a sentirlo en toda su complejidad.
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